A continuación detallamos las patologías o enfermedades más comunes de los pies que tratamos a diario en la clínica de podología Pablo Del Bello.
Si crees que puedes padecer alguna, no dudes en consultarnos. Recuerda, debemos acudir al podólogo siempre que detectemos cualquier anomalía en los pies.
Es la inflamación de una raíz nerviosa secundaria debida a una compresión mecánica. El más frecuente se localiza entre el 3º y 4º metatarsianos y el dolor es local e irradiado a los dedos.
El tratamiento de primera elección son las plantillas personalizadas. Se puede complementar con terapia antiinflamatoria (analgésicos, infiltraciones, terapias físicas…) para acelerar la curación.
En algunos casos puede ser precisa cirugía en la que se extirpa el nervio fibrosado.
Hay muchos factores que pueden ocasionar uno o varios dedos en garra y siempre terminan provocando roces con el calzado.
A menudo conseguimos buenos resultados con ortesis de silicona pues nos ayudan a realinear la deformidad o a proteger esos roces tan molestos.
En los casos en los que las siliconas fracasan se procede al tratamiento quirúrgico. Con las técnicas de cirugía percutánea (cirugía MIS), se hacen unas pequeñas incisiones en las falanges afectadas devolviendo al dedo su posición correcta. El control postquirúrgico no suele superar las tres o cuatro semanas y la con una actividad física moderada durante los primeros días, el resultado es muy positivo.
La metatarsalgia es el dolor e inflamación que se produce en una parte del pie conocida como el metatarso. Por lo general, se ve afectada la cabeza del primer metatarsiano, proximal al dedo gordo del pie, así como la cabeza del segundo, tercer y cuarto metatarsianos.
La metatarsalgia se traduce como «dolor de metatarso», siendo el metatarso la parte correspondiente del pie que va desde el tarso (zona proximal y media del pie) hasta el nacimiento de los dedos y que conforma la parte anterior del mismo.
En la mayoría de los casos, el dolor se acompaña de durezas en la zona plantar, que en estadíos avanzados terminan convirtiéndose en los desagradables callos o clavos plantares.
El tratamiento de primera elección son las plantillas personalizadas que nos permitirán descargar de presión la zona metatarsal redistribuyendo la carga en el mediopié. Se puede complementar con terapia antiinflamatoria (Analgésicos, infiltraciones, terapias físicas…) para acelerar la curación.
En casos de gran deformidad del antepié como son juanetes y/o hundimiento del metatarso la opción de la cirugía MIS es la que recomendamos.
Es la calcificación de la fascia plantar a nivel de su inserción en el calcáneo, provocando un dolor mecánico agudo que se intensifica a primera hora de la mañana y después de un periodo de reposo. Aunque es una patología muy agradecida a los tratamientos conservadores como
plantillas ortopédicas personalizadas y tratamiento del dolor (infiltraciones, vendajes, electroterapia…), hay casos en los que dichos tratamientos fracasan y se programa la cirugía.
La cirugía percutánea (cirugía MIS) consiste en eliminar la calcificación y elongar la fascia afectada. Se lleva a cabo mediante una incisión milimétrica, lo que permite recuperar la actividad física inmediatamente.
La onicocriptosis o uña encarnada, es una patología muy habitual y enormemente dolorosa. La uña corta la piel y se clava en la carne, lo que genera un proceso infeccioso que va empeorando día a día, la más habitual es la del dedo gordo.
En la mayoría de los casos, el problema se soluciona en nuestras consultas con facilidad y de forma indolora, pero si la patología recidiva y el dolor vuelve con facilidad, la solución es quirúrgica. La técnica consiste en eliminar de manera definitiva el borde de la uña afectada. El resultado es definitivo y el paciente se reincorpora a su actividad a las 48 horas de la cirugía.
Es la desviación del primer radio del pie que produce un crecimiento del bunion lateral, angulación del primer metatarsiano y desviación del primer dedo.
Existen muchos grados de deformidad pero en los casos en los que el paciente se ve limitado para hacer su vida y las molestias son constantes o hay dificultades para calzarse, la decisión quirúrgica está justificada.
Igual que hay grados de deformidad, tambien hay técnicas de cirugía percutánea (cirugía MIS) para cada caso. Con estas técnicas se asegura un buen resultado funcional y estético, y el periodo de control postsquirúrgico oscila entre las 4 y las 8 semanas en los casos más críticos. En cualquier caso la deambulación es inmediata y el postquirúrgico es cómodo pues las incisiones son milimétricas, no se colocan tornillos, ni fijaciones, ni escayolas y los primeros días se camina con un zueco especial para ello.
Es parecido al juanete del primer radio pero en el quinto dedo.
Si la patología produce dolor por roce con el zapato la mejor solución es quirúrgica. Con las técnicas de
cirugía percutánea (cirugía MIS) se consigue realinear la deformidad, consiguiendo un buen resultado funcional y estético y el periodo de control postquirúgico oscila entre las 4 y las 6 semanas.
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